El uso de mascarillas es fundamental para evitar el contagio y la propagación del virus por eso nadie duda de su importancia, pero este uso tiene un efecto negativo a nivel de nuestros ojos y muchos pacientes de quejan de un aumento de la sequedad ocular e incluso pacientes que eran asintomáticos, presentan síntomas compatibles con ojo seco tras un uso prolongado de las mascarillas.
Esto ocurre porque con una mascarilla puesta, el aire que exhalamos produce una corriente de aire hacia la superficie ocular y un aumento de la evaporación de la película lagrimal de forma constante.
Es un efecto similar al que perciben los pacientes con apnea de sueño y que utilizan máquinas de presión continua positiva en las vías respiratorias (CPAP) para su tratamiento, e igual que ocurre con el aire acondicionado o cualquier corriente de aire en la que nos situemos. El resultado final es un cuadro de ojo seco evaporativo y este cuadro se puede empeorar con el porte de lentillas y el uso de pantallas electrónicas.
Vamos a daros unos breves consejos para intentar evitarlo:
- Coloque adecuadamente su mascarilla, incluso fíjela con esparadrapo para evitar que la corriente de aire se dirija a los ojos (y además evitaremos el empañamiento de las gafas).
- Evite el uso del aire acondicionado
- Disminuya el tiempo de porte de las lentes de contacto
- Descanse adecuadamente cuando use el ordenador, haciendo paradas cada 30 minutos para fijar un punto lejano al menos durante 20 segundos (como aconsejamos en nuestra entrada sobre el correcto uso de ordenadores).
- Use LAGRIMAS ARTIFICIALES siempre que note sequedad, fundamentalmente si usa lentes de contacto y durante el uso de ordenadores, tabletas o dispositivos electrónicos.
Espero que estos consejos nos ayuden a mejorar nuestra salud ocular en estos tiempos de pandemia.
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